Sin especificidad no se prepara al deportista
- Gabo Loaiza
- 23 abr 2017
- 12 Min. de lectura

Hace unos meses acudí al Congreso Iberoamericano de Baloncesto en Huelva. En él, se congregaron tanto entrenadores como científicos del deporte. En muchos casos, parecía haber mucha distancia entre lo que la ciencia estudiaba y lo que realmente se da en la pista. Con esta idea, el proyecto de Pedro me entusiasmó, ya que trata de extrapolar los avances científicos a nuestro deporte. Creo que la transferencia, reconocer y asumir los distintos roles de un equipo multidisciplinar serán fundamentales para que todos los avances tengan aplicabilidad.
Sinceramente, dudo que los entrenadores, jugadores o aficionados al baloncesto que lean mis post puedan aprender de mí, sin embargo, sí quiero hacer reflexionar a quienes quieran leerme. Creo en la necesidad de debatir ideas, de llegar a consensos a partir de posiciones discordantes. La profunda reflexión es necesaria en todos los estamentos de nuestra vida, y por tanto, en el deporte. Y uno de los temas de debate que siempre sale a la palestra es si la ciencia está adaptada a las exigencias reales y si el entrenamiento quiere “beber” de los conocimientos y avances científicos.
En este mi último año de carrera, decidí llevar a cabo mi TFG sobre Preparación física en baloncesto de alto nivel. La búsqueda y el saber crea más dudas, y es por esto, que me gustaría haceros pensar si cómo llevamos a cabo una temporada en baloncesto se adecúa a las exigencias reales de nuestro deporte.
Sinceramente como estudiante de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, podría deciros que soy un apasionado de los deportes, que me encanta correr, la escalada, la gimnasia acrobática, etc. pero os estaría mintiendo. Soy de los que piensa que siempre es conveniente decir lo que uno piensa o lo que uno siente. Elegí esta carrera con el objetivo de conocer sobre anatomía humana, fisiología, entrenamiento, psicología del deporte etc. y así entender cómo podría ayudar a mejorar el baloncesto desde un punto de vista, a veces olvidado, científico. Siendo justos, el único deporte sobre el que leo, escucho y hablo es sobre el baloncesto.
Siempre me apasionó el baloncesto. Como a muchos niños que les encanta el deporte, soñábamos con ser algún día como nuestros ídolos y para ello, nos las ingeniábamos para entrenar en los sitios más recónditos durante incalculables horas. Sin embargo, fui un jugador fracasado que fruto de su pasión por el deporte, una vez finalicé mi etapa formativa en junior decidí emprender el viaje como entrenador de categorías inferiores en mi club de toda la vida.
Llevo 4 años como entrenador de equipos Mini-basket, en los que me he obligado a llevar a cabo una estructuración de contenidos a desarrollar y una forma de enseñarlos de forma progresiva, que pese a no estar vinculados con el alto nivel, creo que me puede ser útil para este Trabajo, ya que la organización del entrenamiento y la seriedad con la que ésta se lleva a cabo debe ser independiente de la categoría que se entrena.
También, he sido seleccionador de las selecciones FAB (Federación Andaluza de Baloncesto)-Cádiz por lo que he tenido que organizar y secuenciar contenidos para un muy corto espacio de tiempo (únicamente 2 meses de trabajo) por lo que la capacidad para sintetizar y filtrar la información adecuada de la que no lo es, puede ayudarme a secuenciar un entrenamiento a más largo plazo.
Por último, este año estoy teniendo la oportunidad de ser entrenador ayudante y preparador físico del equipo senior de 1ª Nacional del C.B. San Fernando por lo que puedo vivenciar y ser partícipe de cómo se temporiza y planifica una temporada en baloncesto. Poder trabajar con un equipo senior, sólo una categoría por debajo de lo que se considera la élite (Liga EBA), me ha ayudado a ser mucho más analítico, específico y flexible en la planificación del entrenamiento.
La formación continua del entrenador de baloncesto es IMPRESCINDIBLE. Ésta, se consigue por medio de cursos, clinics, viajes, libros, vídeos o, quizá la más enriquecedora, por charlas con otros entrenadores de baloncesto. Dentro de estas charlas, se pueden hablar de anécdotas o aspectos superfluos del baloncesto y del deporte en general. A mí, sinceramente, ese tipo de cosas me generan hastío. A mí de lo que verdaderamente me gusta hablar es de baloncesto, de su táctica, de su técnica, de sus aspectos fisiológicos, de sus determinantes físicos, psíquicos, sociales, etc.
No me considero preparador físico, a mí lo que me apasiona es ser entrenador, pero considero un requisito indispensable que los entrenadores conozcamos aspectos necesarios de la preparación física de los deportistas, que está estrechamente ligada a lo que conozcamos de nuestro deporte, porque cada vez se asienta más la idea de que TODO lo que hagamos en el entrenamiento debe tener transferencia directa al juego y a nuestra filosofía de juego como entrenadores (por ejemplo, periodización táctica).
Creo que la búsqueda de información por parte de todos los entrenadores aparte de conocimientos tácticos o técnicos también debe desencadenar un proceso de lectura y comprensión de aspectos físicos a todas las edades y categorías. En los clubes o grupos en los que la mayoría de entrenadores nos movemos, hemos de ejercer de entrenador, psicólogo y preparador físico, por tanto, para desarrollar integralmente al deportista debemos estar constantemente actualizándonos sobre estos contenidos, más allá de los estrictamente relacionados con el baloncesto.
No creo en la preparación física del deportista, creo en la preparación específica de éste. Por tanto, tal y como explica Seiru-Lo es fundamental que el trabajo tenga transferencia a las situaciones reales que se dan en el juego. De nada sirve la construcción de un jugador de baloncesto en el gimnasio, si los movimientos que realiza no tienen transferencia al juego real.
Metodología de entrenamiento en deportes colectivos
Uno de los graves y grandes problemas del entrenamiento en deportes colectivos es que tradicionalmente se han aplicado modelos nacidos de los deportes individuales como el atletismo. Soy de los que piensan que no tiene sentido obviar el análisis de las demandas técnico, tácticas y físicas del baloncesto a la hora de temporizar el entrenamiento. Por tanto, a la hora de planificar debemos CONOCER en profundidad nuestro deporte y las características competitivas así como las particularidades de nuestros jugadores.
Es por esto, que debemos tener en cuenta las características comunes de los deportes colectivos:
- Psicológico: actitud, tensión, concentración.
- Aspecto físico: cualidades físicas básicas.
- Aspecto técnico: ofensiva del jugador con y sin balón y defensiva sobre jugador con y sin balón.
- Aspecto táctico-estratégico: principios del ataque y de la defensa y concepto del juego de ataque y defensa. Este último apartado es considerado como el prioritario en los deportes colectivos y el más definitorio a la hora de determina el éxito o no en cada modalidad.
Por tanto, a la hora de temporizar el entrenamiento en baloncesto será necesario llevar a cabo un análisis de las demandas fisiológicas (resistencia en baloncesto, fuerza en baloncesto, velocidad-rapidez en baloncesto o flexibilidad en baloncesto), estructurales, técnicas, tácticas y fisiológicas.
En todo proceso de entrenamiento, debemos diferencias entre medios básicos y medios específicos:
Medios básicos: motricidad general, motricidad específica, condición física y procesos cognitivos.
Medios específicos: táctica individual, táctica colectiva en situaciones de igualdad o desigualdad numérica, partidos amistosos y entrenamientos, y la propia competición.
Cometti habla de que los siguientes principios de la preparación aplicada al baloncesto son los siguientes:
Buscar la eficiencia del jugador: rendimiento
No obviar que las cualidades más relevantes del rendimiento en baloncesto son técnicas y tácticas
Evitar la fatiga: un organismo fatigado no adquiere mejorías con el entrenamiento
La preparación física de un deportista debe ir encaminada a mejorar la eficacia de las acciones técnicas que se dan en el juego.
Soy de los que piensa, como estos autores, que hay que ir hacia la amalgama conjunta del trabajo de técnica, táctica y físico. Esto deriva en que los que ejercen la función de preparadores físicos han de conocer absolutamente todo lo relacionado con el deporte en cuestión, desde el punto de vista técnico como táctico. Decía Sito Alonso, reconocido entrenador nacional, que el entrenador no tiene que saber nada de preparación física pero que el preparador físico sí debe saber y mucho de baloncesto.
Todo preparador físico debe analizar en qué se reducen las acciones del juego en baloncesto, dependiendo de la posición de los jugadores o características colectivas del grupo. Por ello, Julio Calleja en Fisiológia, medicina y entrenamiento en baloncesto nos habla de una serie de conceptos relacionados con la preparación física que paso a enumerar a continuación:
Acciones técnicas: las más utilizadas son el bote y el pase. El tiro únicamente representa el 7% de las acciones. Todas estas dependerán en gran medida del puesto del jugador
Saltos realizados: en función de la posición irá desde 25 (base) hasta los 100 (pívot). No sólo el número sino la utilidad del salto
Distancia recorridas y ritmo: oscilan entre 6104 m (bases) y 5552 (pívots)
Pausa y participación: la mayoría de tiempos de juego se concentran en periodos de 11 a 40 segundos, al igual que los periodos de pausa. El trabajo necesitaría de la intercalación de ejercicios con pausas y actividad semejantes a la competición.
FC: 160-195 ppm
Producción de lactato: 4 mMol/l
Por tanto, todo ello hace que concluyamos que el baloncesto es un deporte interválico aeróbico-anaeróbico. Los ejercicios del entrenamiento exigirán tanto al metabolismo aeróbico como anaeróbico (40% metabolismo mixto, 30% anaeróbico y 30% aeróbico). En el baloncesto será fundamental la potencia anaeróbica aláctica, la potencia aeróbica favorecerá la recuperación de la fatiga tras esfuerzos intensos. En definitiva, el baloncesto es VELOCIDAD Y FUERZA.
Para Seirul-Lo, las características que configuran el talento de los deportistas, son las siguientes:
- Condicionales: físicas
- Coordinativas: ejecución del movimiento deseado
- Cognitivas: tratamiento de la información
- Socio-afectivas: relaciones inter-personales-grupales
- Emotivo-volitivas: identificación con el yo personal
- Creativo-expresivas: proyección del yo personal.
El entrenamiento, como nuestro deporte, evoluciona constantemente. Esto se debe a la propia competición y a las características físicas de los deportistas. Hay autores como Costoya, que van en contra de ciertos métodos de entrenamiento de carácter unidireccional no adaptados a las exigencias de los deportes de equipo.
A continuación, muestro una tabla con los modelos de entrenamiento más utilizado:

A tenor de la tabla, el método más utilizado es el Macrociclo Integrado. Éste fue propuesto por Fernando Valdivieso en los años 80. Se caracteriza por ser un modelo de concentración de cargas donde se consiguen respuestas adaptativas adecuadas en muy cortos espacios de tiempo (6-12 semanas).
Soy defensor de otros modelos, como el de periodización táctica donde la especificidad es absoluta desde el primer día de entrenamiento. Esto, quiere decir que no sólo se adaptan a las peculiaridades del deporte, sino de la filosofía identitaria de cada entrenador.

Esta tabla es un resumen de todos los métodos de entrenamiento que se han venido utilizando en deportes de equipo y el porqué o no de su aplicabilidad al baloncesto. Es muy sintético y fácilmente comprensible. En líneas generales, la utilidad o no dependerá en gran medida de la consecución durante largos periodos de tiempo de un óptimo estado de forma ya que debido a las características de nuestro deporte, cada fin de semana hay que competir con garantías de hacerlo a un nivel elevado.
RESISTENCIA EN BALONCESTO
La resistencia es la capacidad de realizar ejercicio dinámico durante un tiempo prolongado sin la aparición de fatiga excesiva. En baloncesto servirá para crear la base para un amplio entrenamiento de técnica y táctica.
No hay artículos claros sobre métodos para el trabajo de resistencia en baloncesto. Sin embargo, creo y así lo hago, la mejor forma de mejorar la resistencia aplicada al baloncesto es CON BALONCESTO.
El trabajo de resistencia aeróbica no es un factor determinante del rendimiento, pero sí significativo de cara a la recuperación de la musculatura.
La resistencia como cualidad física básica es fundamental desarrollar pero siempre dentro del marco del baloncesto. En baloncesto se suceden acciones de 40 segundos a una intensidad elevada con descansos prolongados de 40-60 segundos. Por tanto, los ejercicios que planteemos en los entrenamientos deben tener presentes estos condicionantes del rendimiento en baloncesto a partir de una periodización basada en la filosofía de juego que queramos aplicar a nuestro equipo.
FUERZA EN BALONCESTO
Para que el jugador salte, corra y realice cualquier acción técnica con eficacia hay que partir del propio juego. Es decir, la explosividad de las acciones y su eficiencia se trabajarán dando continuidad al juego.
Hay numerosas manifestaciones de la fuerza, tanto activas como reactivas. El baloncesto necesita desarrollar la fuerza explosiva a partir de una base general de fuerza resistencia. En función de la posición (por ejemplo los pívots con la ganancia de la posición o bloqueos) conviene el trabajo de una u otra forma de fuerza, siempre con aplicación táctica al juego y específica del lugar que ocupa en la pista el jugador y su función.
Como he mencionado, veo necesario trabajar la transferencia inmediata en todo tipo de ejercicios. Hay que buscar de manera conjunta el incremento de la fuerza y potencia transfiriéndola al juego real.
Para esa transferencia Alberto Lorenzo habla de ejercicios como Squat, Pull-over, o ejercicios halterofílicos como la Jéte Nuque, les sautiles, cargada sobre banco, le varju, Le Piatkowski (squat completo), arrancadas, etc. Éstos, pese a ser desarrollados en el gimnasio, sí tiene transferencia por la gestualidad con la que se realizan al baloncesto.
VELOCIDAD EN BALONCESTO
Cualidad determinante del éxito en baloncesto y en casi todas las modalidades. Dependerá de aspectos intrínsecos del deportista y del propio entrenamiento. Buscaremos el desarrollo de una velocidad de desplazamiento máxima sin menoscabo del mantenimiento de la velocidad y eficacia gestual.
Habrá que trabajar tanto la velocidad individual como la colectiva (gestual, reacción y desplazamiento) estableciendo tareas con 2 o más objetivos, con matices, con incrementos de la aceleración, con cambios de intensidad etc. Para ello dispondremos de diferentes medios: el partido real y las adaptaciones reglamentarios que hagamos en cuanto a espacios, limitaciones de bote, número de participantes, ventajas-desventajas ofensivas y defensivas, etc.
FLEXIBILIDAD
El baloncesto es dinámico por tanto el trabajo de flexibilidad es fundamental. La flexibilidad es la capacidad que presentan las articulaciones de moverse libremente dentro de su rango de movimiento.
Para ello, se dispondrán de sesiones específicas para su desarrollo por medio de ejercicios dinámicos, estáticos y de extensión/tensión/extensión/tensión del antagonista.
El músculo necesitas de fuerza y ELASTICIDAD. Como hemos mencionado antes, el trabajo de fuerza es fundamental para la eficacia del gesto motriz. El trabajo de fuerza, sin trabajo de flexibilidad vuelvo al músculo PLÁSTICO lo que hace que se endurezca y dificulte la eficiencia del movimiento y por ende el rendimiento deportivo.
CONCLUSIONES PERSONALES
Para mí los objetivos de la preparación física del deportista pueden resumirse en los siguientes:
PREVENIR: las lesiones deportivas son fracasos del entrenador. Una correcta temporización y adecuación de ejercicios deben versar también sobre trabajo preventivo (por ejemplo: propiocepción) para evitar la inactividad del deportista por lesión
RENDIR: este objetivo es probablemente el que resuma todo. Todo lo que hacemos como entrenadores, tiene como objetivo alcanzar en óptimas condiciones el partido del fin de semana. La función del entrenador es lograr que sus deportistas rindan al máximo de sus posibilidades durante el mayor tiempo posible. Este objetivo resume todos los conceptos mencionados a lo largo del artículo como la eficacia del gesto.
Históricamente ha habido infinidad de tipo de periodización del entrenamiento en los deportes colectivos. Ya sea por medio de la periodización tradicional o periodizaciones más contemporáneos como en Bloque. Éstas, han tenido una gran vigencia en nuestro baloncesto sin embargo la necesidad de obtener resultados cada fin de semana, y el incremento del ritmo e intensidad del juego han hecho imposible la aplicación de este tipo de planificación.
Debemos buscar el rendimiento en cada fin de semana, por ello hay que llegar a los partidos en condiciones óptimas, desterrando el concepto de picos o no de forma.
Para ello, es fundamental la creación de microestructuras semanales de trabajo, a partir de las cuales, podremos obtener un buen rendimiento si éstas cumplen los requisitos relacionales entre volumen e intensidad. Atendiendo a este concepto de microestructura semanal, seguiremos un esquema básica atendiendo a la norma del descenso del volumen conforme la competición se acerca (fin de semana) e incremento de la intensidad y cargas específicas. Dependiendo de las horas de disponibilidad de pista, materiales, gimnasio, etc. deberemos ir adaptando esta microestructura. Para ello debemos ser conocedores que conforme avanza la semana pasaremos de cargas básicas y voluminosas (por ejemplo fuerza máxima) a cargas específicas y más intensas (intensidad idéntica o superior a la de competición)
Es un error pensar que el jugador de baloncesto se hace en un gimnasio a base de mancuernas o en la calle corriendo interminables y aburridas horas sin transferir esas cualidades físicas al juego real. El jugador de baloncesto mejora a partir del BALONCESTO. Nuestro deporte es lo suficientemente rico física, tácticamente y técnicamente como para necesitar acudir a otras formas de ejercicio físico alejadas del juego real. Toda planificación del entrenamiento debe ir encaminada a satisfacer las demandas técnicas, tácticas, físicas y psicológicas del jugador pero siempre a partir de la pista y nuestra filosofía de juego.
Eso sí, hay que valorar dónde está cada uno y los recursos de los que disponemos. El efecto placebo que tiene el jugador a partir de ciertos trabajos nos puede ser útil para el desarrollo de la condición física cuando, como es nuestro caso, no hay disponibilidad horaria de pistas suficientes.
En definitiva, huyamos de esas, por ejemplos, largas carreras continuas. Disponemos de poco tiempo como entrenadores para afianzar los conceptos tácticos ofensivos y defensivos, para desarrollar al jugador integralmente, para transmitir valores, para conformar un EQUIPO, etc. Creo que la periodización táctica nos ayudará a facilitar ese afianzamiento y el trabajo físico necesario para plasmarlo de la mano de un alto rendimiento en la competición.
Espero que os haga reflexionar sobre la preparación del jugador de baloncesto y cómo tratarla sin alejarnos de nuestro deporte. Pero como en todo, no hay ni fórmulas ni recetas mágicas, nadie está en posesión de la verdad absoluta.
Gabo Loaiza Pérez (@gaboloaizaperez)
Estudiante de 4º de Ciencias Actividad Física y el Deporte
Entrenador II nivel
Entrenador CB San Fernando
Cuerpo técnico FAB-CADIZ minibasket
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